Era un día común y corriente, durante la tarde salí a la cancha de mi barrio como de costumbre, estábamos un grupo de amigos jugando fútbol, y como solemos hacer el equipo que perdiera pagaría la gaseosa o el frutiño, ya era muy tarde y nosotros seguíamos jugué que juegue; ya ambos equipos estábamos agotados. Y ninguno de los dos equipos queríamos seguir, de pronto el equipo contrario empata con mi equipo, y nos reunimos a hablar mi equipo y yo, todos estábamos hablando que para cuando viniera el balón lo botáramos, pero a ninguno de mis amigos le quedo la oportunidad, de modo que el equipo contrario tenía el balón, así que vi que la oportunidad en mi, y me le fui con unas ganas de botar ese balón bien lejos, pero el jugador que venia con el balón lo supo pisar, yo iba con una gran fuerza a patearlo y no alcance a parar y me golpee con el jugador y me fracture el tobillo.
Después de esto los pelaos se quedaron mirándome con preocupación,de que me podía levantar y que me quejaba mucho, Yo: "¡AAYYY, AY, AY! ¡Me duele mucho! y lo hinchado que se me veía el pie, ellos me alzaron como pidieron y me sentaron el una banca fuera de la cancha y yo no hacia si no quejarme y quejarme no aguantaba el dolor, no sabia ni como me iría a la casa, si no podía ni asentar el pie ni ponerme de pie.
Por suerte, en ese momento casualmente había un amigo que estuvo durante todo el partido. El tenia una moto y como yo no podía sostenerme pie le pedí el favor de que me llevara a la casa. Llegando a este punto, el me deja en la puerta de mi casa, y como pude entre pero yo sabia que me iba a ir muy mal si mi mama se llegaba a enterar de lo sucedido, pero mi mama no lo noto.
Mientras pasaba la noche me dolía mucho yo ya no me aguantaba el dolor del tobillo, entonces le grite a mi mama para que viniera, Yo: “Mama ayúdame”, y le conté todo lo que había pasado durante la tarde, ella me dijo que iba a ver que hacia. La vi demasiado preocupada, ella le dijo todo a mi papa al otro día y a el se le ocurrió la idea de llevarme a donde un sobandero y así fue.
Pasado todo esto al otro día mi papa me dijo que me alistara que nos íbamos a ir para un sitio donde pudieran acomodarme el pie, pero mi entras yo me alistaba me estaba doliendo mucho casi no soy capaz de ponerme el pantalón por el tobillo y luego de alistarme nos fuimos. Al llegar a donde el sobandero el señor me dio una pastilla para calmar el dolor y empezó a sobarme, yo lloraba mucho y me quejaba por que me dolía demasiado, en una me agarro el descuidado y me ando durísimo y con esto me dejo el tobillo en su lugar, desde hay no sentía tanto dolor como antes y podía mover mi tobillo. Dejando a un lado los dolores y todo estuve mucho tiempo en la casa sin hacer nada no iba a el colegio ni salía a la calle a jugar, necesite la ayuda de mis padres un par de semanas mientras mejoraba, ya que para hacer el mas mínimo esfuerzo sobre el pie me empezaba a doler, cuando decidí volver al colegio no me había recuperado del todo; todavía tenia que usar un vendaje en el tobillo y esto fue durante un par de semanas, en las cuales tuve que poner al día, en esos momentos mis compañeros me colaboraron con lo que mas pudieron, siendo comprensibles con mi situación.
Fueron unas semanas duras, por el momento que estaba pasando, mis profesores me colaboraron para no reprobar el año, exigiéndome claro esta; ya terminando el año escolar, ya estaba mejor; totalmente recuperado.
De todo esto aprendí a escuchar a mi cuerpo, ya que antes de que pasara el accidente algo ya me lo que pasaría.
Que no porque sepa jugar signifique que no sea propenso a lo sucedido (a tener lesiones).
Que así como me pasó a mí, le puede ocurrir a otra persona ya que nadie esta exento de padecerlas.
Fin
MORALEJA: “Las cosas buenas se consiguen con esfuerzo. Elegir hacer solo las cosas mas fáciles suele terminar en problemas.”